domingo, 7 de octubre de 2007

Fotografiar es siempre manipular la realidad

A través del blog de Rosa J. C. he encontrado en Enfoque diferencial este vídeo donde Nividhia, un fotógrafo de prensa, explica cómo se editan y envían las fotos en la prensa diaria. Como él mismo adelanta, no se ve bien del todo, pero es suficiente para conocer de primera mano las rutinas de un fotógrafo en esa segunda fase de toma de postura ante la realidad que se produce después de la toma fotográfica.

La edición digital sustituye a la anterior tarea del revelado y el trabajo de laboratorio.

Como hemos visto en clase, desde el momento en que hay un sujeto intermediario entre la imagen y la realidad, necesariamente se produce siempre una "manipulación", una "recreación" o interpretación de la misma. El límite entre "recreación" e "invención" no es tan nítido como podrás comprobar.


4 comentarios:

  1. Bueno Angel, no me das tregua. Tod@s los que estamos atentos a los medios sabemos que las imágenes, incluso las más "inocentes", nunca son "inocentes" sino que responden a una determinada ideología, a una industria o a unos intereses políticos determinados. Este vídeo es una muestra más del "sometimiento" y manipulación de las imágenes periodísticas. Precisamente sobre fotografías iniciamos un interesante debate Juanjo, Da-beat y yo a propósito de tu comentario en aquél post sobre Victoria Beckham. En uno de los comentarios citaba a Susan Sontag y vuelvo a citarla aquí porque viene al caso y lo expone con maravillosa lucidez y premonición:
    "La fotografía no se limita a reproducir lo real. Lo recicla: un procedimiento clave de la sociedad moderna.En forma de imágenes fotográficas, las cosas y los acontecimientos son sometidos a usos nuevos, reciben nuevos significados que trascienden las distinciones entre lo bello y lo feo, lo verdadero y lo falso....Hay un arte y modas de ver cosas para que nos parezcan interesantes...las imágenes de las cosas reales están mezcladas con imágenes de imágenes"

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  2. Poco se puede añadir a la cita. Existen dos realidades: la vivida y la fotografiada. Se complementan, se nutren... pero las imágenes que han surgido de la vida misma se desprenden de su origen para crear un mundo nuevo, con mensajes nuevos, a veces, muy alejados del punto en que nacieron.
    Las instantáneas recogen instantes que dependen de una secuencia real, pero de la cual han sido desgajadas. Esa ruptura hace que constituyan un relato distinto e independiente.

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  3. Cierto Lu. La misma autora de la cita lo expresa de esta manera: "Las fotografías son antigüedades instantáneas". La tarea del fotógrafo, lo quiera o no, pasa por transformar la realidad en "antigüedad". El problema es que la delicada línea que separa la realidad de la imagen que se construye de dicha realidad cada vez aparece más difusa. Nuestro conocimiento del mundo es debido en parte a las "miniaturas" del mundo que hemos visto en imágenes a lo largo de nuestra vida. Gracias a las espectaculares imágenes de National Geografic,por ejemplo, cremos haberlo visto todo, haber estado en todos los lugares, acariciar los fondos marinos , vivir la emoción de ver volcanes en erupción o asistir a la agonía de los últimos bosquimanos del planeta. Todo bellamente fotografiado en papel couché en grandes volúmenes. Aún así, miniaturas de la verdadera e inabarcable realidad.
    Lo siento Ángel. El tema "me pone".

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  4. Gracias a los dos por enriquecer de esta forma un sencillo post que refleja lo que estamos viendo estos días en clase. La primera tarea que me impongo es la demoler con mis alumnos la fascinación de esas "miniaturas" fósiles que son capaces de suplantar la propia vivencia de la "inabarcable realidad" e imponernos la mirada interesada de otro, incluyendo los intereses que la inspiran.
    Y no es nada fácil, como bien comentáis. Romper las cadenas del hechizo es el primer paso para adquirir una mirada propia, emancipada, de la realidad.

    Manuel, desconocía la continuación del debate en aquel post, jaja. Me lo perdí.
    Esta tarde compraré el libro de Sontag, que dejé el año pasado, cuando lo reeditaron, por otras urgencias.

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